Propósitos de la
Educación Física
Aportar a los actores
del proceso educativo, en el contexto de sus intereses, necesidades de salud,
derechos, deberes y responsabilidades individuales y sociales, a través del
conocimiento, valoración, expresión y desarrollo de la dimensión corporal, la
dimensión lúdica y la enseñanza de la diversidad de prácticas culturales de la
actividad física.
Contribuir al
desarrollo de procesos formativos del ser humano la organización del tiempo y
el espacio, la interacción social, la construcción de técnicas de movimiento y
del cultivo y expresión del cuerpo, la experiencia lúdica y recreativa.
Orientar una
educación física que reconozca su desarrollo histórico y responda a las
exigencias de la educación, la cultura y la sociedad, en las condiciones
actuales.
Generar prácticas
sociales de la cultura física como el deporte, el uso creativo del tiempo
libre, la recreación, el uso del espacio público, la lúdica, la salud, la
estética y el medio ambiente interrelacionados con diferentes áreas del
conocimiento, que respondan a la diversidad en un marco de unidad nacional.
Promover acciones que
ayuden a transformar las concepciones y prácticas de la educación física, la dinámica
de cambio de la escuela y la construcción de los Proyectos Educativos
Institucionales.
Impulsar una nueva
didáctica pertinente a los procesos formativos; que sea investigativa,
participativa y generadora de proyectos creativos.
Orientar el establecimiento
de las condiciones educativas que permitan los cambios requeridos en los
ambientes de participación y organización de materiales, espacios físicos,
tiempos y equipos adecuados y necesarios para el mejoramiento cualitativo de la
educación física.
Orientar para que se
asuma la investigación como actitud y proceso cotidianos y permanentes del
trabajo curricular, como estrategia pedagógica para que el área responda a las
necesidades actuales del desarrollo pleno de la personalidad.
Promover la
cualificación de los docentes como gestores y constructores de cambios
educativos; impulsar la adquisición de nuevas competencias disciplinares,
éticas, políticas pedagógicas y consolidar las comunidades académicas del área.
El logro de estos
propósitos exige un enfoque curricular que impulse los procesos que se
desarrollan en el estudiante y analice permanentemente los resultados,
determine el carácter y uso de las prácticas sociales, y precise las
competencias para el desempeño del estudiante en un determinado contexto.
Propósitos de Los Lineamientos
curriculares de la educación física
Tienen
como propósito servir de orientación y apoyo a los docentes del área
para el desarrollo curricular dentro de los proyectos educativos
institucionales.
Las
finalidades de esta área se centran en el desarrollo humano y social, en un
proyecto educativo que privilegia la dignidad humana, la calidad de vida, el
desarrollo de la cultura y el conocimiento, la capacidad de acción y la
participación democrática.
Se
reconoce la educación física, recreación y deportes como una práctica social
del cultivo de la persona como totalidad en todas sus dimensiones (cognitiva,
comunicativa, ética, estética, corporal, lúdica), y no sólo en una de ellas.
En esta perspectiva
existen diversos puntos de vista sobre el sentido y el papel que deben cumplir
los lineamientos curriculares, que se mueven entre la centralización, la
autonomía institucional y el espontaneísmo protagonizados por:
Quienes proponen un
currículo básico nacional que sea aplicable, con algunos márgenes de flexibilidad,
a las distintas regiones, dado que ello permitiría superar la dispersión y la
improvisación que en muchos sectores se presenta de la educación física. La
puesta en práctica de este currículo debe ser acompañada de un programa de
capacitación, evaluación y estímulos profesionales.
Quienes proponen un
currículo autónomo en cada institución, pues el profesor debe diseñar el
currículo necesario a su marco cultural e institucional con lo cual se supere
la centralización y la dependencia y se abra espacio a la innovación y la
diversidad.
Las propuestas de no
currículo pre-diseñado, para que su construcción se haga de acuerdo con las
situaciones inmediatas y variables.
El diálogo entre
estos puntos de vista, permite adoptar criterios compartidos que entienden los lineamientos
curriculares como las orientaciones conceptuales, pedagógicas y didácticas a
partir de las cuales se integra nacionalmente la educación física y sirven de marco
para que cada institución, en ejercicio de su autonomía, investigue, diseñe,
ponga en práctica y evalúe el currículo.
POR NIVELES DE GRADO
SE RECOMIENDA
Es importante tener
en cuenta, que en la mayoría de instituciones del país, la responsabilidad de
la educación física corresponde al profesor de aula, por lo cual debe
considerarse la necesidad de una profundización en el área, tanto en los
programas de formación permanente de docentes, como en su formación en las
escuelas normales y universidades.
La educación física
infantil no puede dejarse a la espontaneidad del movimiento del niño, pues éste
requiere formar sus potencialidades a través de procesos dirigidos
pedagógicamente y adecuados a sus necesidades. Tampoco debe sustituirse la
clase de educación física por otras actividades; por el contrario pueden
utilizarse las posibilidades que presenta la educación física para procesos
pedagógicos integradores, lúdicos y de compromiso directo del estudiante.
La educación física
del niño es base de su formación integral favorecida por el carácter vivencial
que compromete en la acción corporal las dimensiones cognitivas, comunicativas,
éticas y estéticas. Ello requiere de ambientes y procesos apropiados de los
cuales depende la calidad y significado de los aprendizajes que pueden hacer de
la educación física la principal mediadora de la formación infantil.
En este sentido, la
educación física en los niveles preescolar y primaria deben ser atendidos como
prioridad, pues de ella se generan relaciones, que al tener como medio el
movimiento corporal y el juego proporcionan alternativas para experiencias
pedagógicas con las diferentes áreas escolares.
Las actividades deben
ser seleccionadas y diseñadas en función de los contenidos, para lo cual se
cuenta con un amplio repertorio de prácticas corporales abiertas o sistemáticas
y proporcionadas por el contexto educativo y cultural. Las actividades son de
carácter dinámico y son seleccionadas del amplio conjunto de prácticas
culturales: ejercicios gimnásticos, carreras, caminatas, rondas, lucha. Juegos,
danzas, deportes, excursionismo, montañismo, escalada. En el proceso de
apropiación estas actividades son modificadas conforme al contenido que está
determinado por la forma específica que asumen los procesos según el alumno, el
contexto y el enfoque pedagógico. Este trabajo de apropiación, adecuación y
delimitación de la actividad es el que se denomina diseño.
El diseño de las
actividades es un trabajo cuidadoso para no caer ni en el rigor de un esquema
rutinario, ni en el simplismo de la improvisación del desarrollo de los
procesos. En el diseño deben tenerse en cuenta aspectos como:
Ø La relación contenido-procesos.
Ø Seleccionar las prácticas culturales que
posibiliten multiplicidad de opciones.
Ø Ir de lo sencillo a lo complejo y establecer
con claridad su función.
Ø Garantizar la secuencialidad de los procesos
de enseñanza y aprendizaje.
Ø Estar en correspondencia con las fases del
desarrollo del alumno.
Ø Establecer relaciones entre los procesos.
Ø Ser dinámicas y flexibles.
Ø Ser actividades contextualizadas.
Ø Ser apropiadas a los logros, competencias o
desempeños que se desean alcanzar.
ESTRUCTURA DE BASES METODOLOGICOS
La pedagogía, busca
orientar posibilidades que permitan la creación de conceptos, prácticas y
ambientes que hagan posible la formación de sujetos y de cultura.
En las discusiones
acerca de la pedagogía de la educación física, se concluía en el IV Encuentro
Nacional de Educación Física que "el nuevo modelo pedagógico se produce
permanentemente en tanto que la comunidad educativa investigue el deber ser de
la educación física, la pertinencia y la trascendencia de la misma y las
características de quien aprende interviniendo de forma crítica e ínnovativa en
el desarrollo social".
La didáctica como
técnica de la enseñanza ofrece dispositivos precisos y operacionales, al
servicio de las estrategias pedagógicas.
Pero las teorías
pedagógicas no adquieren su significación plena sino en su aplicación a través
de la didáctica. De acuerdo con ello, al plantear las orientaciones didácticas
se entiende que llevan implícita una determinada concepción pedagógica.
La aplicación de la
nueva visión curricular de la educación física requiere de una nueva didáctica
que presente una apertura a la enseñanza y sus formas de transmisión y
construcción del conocimiento y las maneras de relacionarlo con el contexto y
la participación del estudiante.
La transformación del
currículo de Educación Física se realiza a través de procesos didácticos que
tengan en cuenta el contexto tanto al interior de la institución escolar como
de su entorno; la investigación; la generación de proyectos pedagógicos
científicos y comunitarios; la construcción de ambientes educativos; la
comprensión de la enseñanza y el aprendizaje como procesos relaciones pero con
su propia especificidad.
El desarrollo de la
didáctica debe tener en cuenta unas condiciones y procedimientos que faciliten
el aprendizaje, entendido como un proceso complejo que se produce bajo
condiciones que están en permanente cambio de origen biológico, sicológico y
sociocultural que deben tenerse en cuenta para la orientación de la enseñanza.
Es decir, se debe partir de las características, la experiencia y las motivaciones
del estudiante respecto a los diferentes procesos de la educación física. De
acuerdo con Kurt Meinel80 se pueden plantear algunos presupuestos o condiciones
de carácter general que se deben considerar en el aprendizaje para que sea
lúdico, diverso, recreativo y productivo.
Atender el afán de movimiento y actividad y
sus cambios para una actitud favorable al aprendizaje
A los niños los
acompaña de manera permanente un impulso de actividad que se manifiesta en su
atracción hacia todos los objetos, juegan con las cosas y van acumulando
incontables experiencias en el contacto con aquellas. El afán de actividad, de
imitación y la disposición de aprender, constituyen la base elemental para la
adquisición de nuevas facultades motrices. Esta forma básica de la energía
vital constituye así mismo el presupuesto más elemental del mejoramiento y
cultivo constantes de nuestra vida cinéticodinámica.
Es importante
reconocer que este afán de actividad se va transformando con el proceso de
crecimiento y por tanto ello determina cambios en los procesos didácticos y en
la orientación del área. No es que a los alumnos de los cursos medios y
superiores no les importe la educación física cuando cambian su afán de
actividad, sino que su interés ha cambiado.
La realización de
numerosas actividades de la Educación Física dentro y fuera de la escuela
contribuye significativamente al desarrollo del alumno pero es necesario tener
presente que dentro de todas estas acciones la clase constituye el espacio
esencial y sintetizante del proceso formativo en la Educación Física.
El primer paso en
esta dirección, es dejar la arbitrariedad en las clases entendida como la
acción por la cual el profesor, basado en su experiencia, improvisa las
acciones que se realizarán sin que medie el análisis previo del por qué, para
qué y cómo. Las prácticas han de ser la expresión de profundos procesos de
reflexión que las seleccionan y desarrollan en función del proceso formativo
del estudiante. Las prácticas, entendidas como espacios para el encuentro
consigo mismo y con los demás, deberán ser realizadas para fomentar la actitud
lúdica, que en sus inicios, se manifiesta libre y espontáneamente, para
erradicar la tendencia a reconocer e identificar la Educación Física únicamente
por las actividades que demuestran algún tipo de espectáculo o por las
evaluaciones cuantitativas que en algunas ocasiones favorecen la participación
sólo de los alumnos más aventajados en detrimento de los demás.
La clase se considera
la forma más adecuada para la organización del proceso educativo; en ella se
reúnen las condiciones necesarias para orientar los procesos de desarrollo
humano, en el contexto de un proyecto pedagógico.
Por lo tanto, el
diseño de la clase es dinámico, flexible y creativo. Corresponde a los aspectos
particulares de los procesos que tienen lugar en el estudiante, a sus
características, al ambiente educativo, al carácter de las actividades. Aunque
la clase se realiza en un determinado orden debe evitarse la rutina y el
esquematismo pues ello produce pérdida del sentido del proyecto pedagógico.
Tampoco la clase puede ser una actividad espontánea y superficial pues siempre
requiere de una contextualización y un diseño correspondiente con el proceso
formativo. La clase no es un espacio de repetición mecánica de actividades sino
un momento de encuentro para la planeación y aplicación de proyectos.
En el desarrollo
ascendente del grado de preescolar obligatorio al grado once se identifican
claramente las fases didácticas y su relación con los grupos de grados
establecidos en la resolución 2343 de 1996, las cuales son pertinentes a las
fases del desarrollo del alumno. No se plantea el ejemplo grado por grado, pues
ello corresponde a determinaciones muy particulares de la institución, sus alumnos
y su medio, por lo cual se requiere un diseño especifico por parte de los maestros.
Se plantea un ejemplo de interpretación por parte del maestro para moverse en
estos parámetros, que podrían variar según el desarrollo de las regiones y del
nivel de avance del colegio.
En la organización
del año académico se deben considerar variaciones como las siguientes:
La adecuación de los
contenidos al grupo de grados y a cada grado. Los contenidos se desarrollan a
través de las actividades propias de la educación física, las cuales deben ser
pertinentes y coherentes. Pertinente en cuanto que la actividad corresponde a
lo especifico de cada proceso, sin olvidar que hay permanente interrelación
entre ellos; y coherente en cuanto a su significación y unidad con la
secuencia, el grupo de grados, los propósitos que se concretan en el proyecto y
los logros.
El proyecto no
coincide siempre con la estructura temporal de los periodos en los colegios
(bimestres, trimestres o semestres) pues los limites no son dados por las
formas organizativas externas, sino que obedecen a una dinámica propia. Por tanto,
la organización temporal debe ser flexible pero exigente en cuanto al trabajo
que se dedique a cada proyecto. El profesor debe organizar los informes
evaluativos de acuerdo con el desarrollo del estudiante, sin que ello
represente necesariamente una interrupción en el proceso didáctico. Por
supuesto, hay que fijar metas en el tiempo.
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